Gerardo Grosso. El Centro Cultural Recoleta del Ministerio de Cultura del Gobierno
de la Ciudad de
Buenos Aires, presenta la muestra Humberto Rivas. Antología fotográfica,
1967-2007, que tendrá lugar el martes 12 de agosto a las 13 hs en sala
Cronopios.
En el marco del prestigioso Festival de
la Luz , la sala Cronopios contará
con una de las muestras fotográficas más importantes del año. En conjunto con
la Embajada
de España, el Gobierno del España y
la Fundación Ramón
Llul de Barcelona, el Centro Cultural Recoleta tiene el agrado de invitar a la
muestra antológica dedicada al gran fotógrafo argentino Humberto
Rivas.
Su cámara retrató a grandes personalidades de la cultura
argentina. Desde un inicio apostó por la creatividad considerando la fotografía
como arte, desmarcándose del documentalismo. Su pasión por la fotografía fue
acompañada por su entusiasmo por el cine, sobre todo por el director Ingmar
Bergman, cuyo iluminador Sven Nykvist ejerció gran influencia sobre él.
Rivas tuvo dos temas principales en su trabajo, el retrato y el
paisaje. En toda su obra tanto escenarios urbanos como lugares apartados,
interiores y objetos, muestra una especial textura lumínica condensada en
profusión de matices de grises y negros. Los espacios, ya sea exteriores o
puertas adentro, aparecen depurados de todo dato anecdótico y no cuentan con
presencia humana alguna. Entiende el retrato como una pugna entre el fotógrafo y
el modelo, en la que el artista debe, a como dé lugar, captar su personalidad
interior, venciendo por medios técnicos y expresivos, la imagen convencional del
retratado.
La filósofa Nelly Schnaith en su texto titulado "La luz en la
sombra" dice: Una búsqueda clave en la
obra de Rivas es el intento de dar a ver en los seres y las cosas el aura del
tiempo consumido, transcurrido, exhibido en su desgaste. Pero ni el tiempo ni el
olvido tienen imagen, sólo pueden mostrarse en el presente desertado de lo que
fue o en la alucinación anticipatoria de lo que
será.
Cuando el curso del
tiempo asoma en la instantaneidad del presente, Rivas sabe verlo y mostrarlo.
Sabe mostrar la diferente genealogía de las huellas, si en esos escenarios
abandonados se trata del recuerdo del amor o la violencia o simplemente de la
indiferencia y el abandono.
La muestra cuenta más
de 160 obras, casi en su totalidad propiedad de
la Colección del Archivo
Humberto Rivas de Barcelona, legado familiar del artista. La curaduría está a
cargo de Adriana Lauría quien afirma que la extensa galería de retratos, género
en el que Rivas encontró su propia voz para la creación fotográfica, exuda presencia vital, carnalidad,
personalidad, individuación, en suma, el universo particular e irrepetible que
cada retratado genera e irradia, captado por el artista desde una distanciada y,
a la vez, implacable perspectiva. A propósito de esta muestra sostiene que
esta ocasión jubilosa permite valorar más
de un centenar de fotografías –paisajes urbanos, retratos, interiores y
bodegones– de este compatriota que habiéndose desarrollado en Buenos Aires
emigró a Barcelona en los convulsionados años 70. Gracias al esfuerzo
mancomunado del Archivo Humberto Rivas –custodio familiar del acerbo del
artista– que envía desde su sede barcelonesa piezas nunca expuestas en estas
latitudes, y del Centro Cultural Recoleta que hace posible la concreción de este
proyecto en la sala Cronopios, una de las más notables de nuestra ciudad, se
presenta la exhibición más comprensiva hasta el momento de este creador,
reconocido y consagrado en España, aún admirado y apreciado aquí solo por un
limitado núcleo de entendidos. Es hora de que su obra se encuentre con el gran
público de su país.
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