Pérdida de oportunidades por los desaciertos políticos
Gerardo Grosso. La
carne vacuna encuentra buenas perspectivas en el mercado internacional y
una alta fidelidad de los consumidores argentinos, sin embargo no logra
las condiciones para afianzar el rumbo.
En Agrotendencias
2013, y ante 500 asistentes que se acercaron al Hotel Emperador donde se
realiza el tradicional seminario, Miguel Gorelik (Valorcarne.com)
analizó las perspectivas del mercado de carnes y compartió algunas
definiciones rotundas.
“No estoy convencido
de que estemos en un ciclo de liquidación de vientres, ni a la vuelta
de la esquina de un proceso de liquidación ganadera”, dijo y señaló que
aunque la participación actual de las hembras en la faena es del 42 a
43%, se trata de un equilibrio inestable. “Podemos entrar en una
liquidación –dijo-, pero también se puede evitar”. Agregó que, al
analizar la faena total, “vemos claramente que estamos en una situación
mucho más cercana al punto de retención que cuando estuvimos en un
proceso de liquidación ganadera”.
Respecto al
comportamiento del consumo interno indicó que “La demanda argentina es
muy difícil que cambie. Por cada 10 puntos que aumenta el precio de la
hacienda, el consumo baja sólo un 3,5%. Hay una fuerte inelasticidad. El
consumidor necesita cambios muy grandes en el precio para variar su
consumo”. Señaló que actualmente el consumo de carne vacuna es de 65
kilos y el de pollo de alrededor de 40 kilos. “Sin embargo –dijo-, la
elasticidad cruzada es casi nula. Por lo que las variaciones en el
consumo de pollo no afectan al consumo de carne vacuna”.
El especialista
enumeró los desaciertos de las políticas para el sector aplicadas desde
2005, e indicó que “Esto no se cambió, ni las normas escritas ni las no
escritas. Por estas causas, hoy Argentina es un actor completamente
marginal en el mercado internacional”.
“Aunque ahora hay un
pequeño aumento de las exportaciones, estamos en un nivel tan bajo que
esos envíos representan sólo el 6 o 7% de la producción total, mientras
que históricamente la Argentina exportó el 20 a 25%. Por lo tanto, la
mejora actual es algo muy marginal”, dijo.
Respecto de la
evolución de los precios, el especialista señaló que los valores reales
de fines de septiembre, deflacionados con una tasa del 25% anual,
alcanzaron un nivel muy bajo y luego se volvieron a recuperar. “Aunque
no se puede hacer un pronóstico, la expectativa pasa por si se podrá
sostener el aumento de los últimos días”.
Perspectivas
“Desde el mercado
mundial hay una demanda que crece y está dispuesta a pagar mayores
precios –dijo Gorelik-. Los analistas creemos que hay una situación por
delante de mucha demanda. Las perspectivas de largo plazo hablan de
crecimiento en los países en desarrollo, reducción de la pobreza, cambio
de dietas, urbanización, pocas regiones con condiciones para aumentar
la producción y, como desafío, el impacto ambiental”.
Frente a ese marco,
Gorelik dijo que “En la Argentina hay perspectivas distintas, con
desincentivos para producir, resultados negativos o neutros en la
industria y una restricción principal que es la política de ganados y
carnes vigentes desde 2006”.
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