G. Grosso. El Lic. Guillermo Lavallén, Presidente de la AHT, viajó a la Ciudad de Río de Janeiro, para participar como orador representante de la Entidad en el 51° Congreso Nacional de Hoteles- CONOTEL 2009- que se llevó a cabo entre el 17 y 19 de agosto.
En el marco de este importante evento, promovido por la Asociación Brasilera de la Industria de Hoteles (ABIH), bajo la temática “La Coyuntura Internacional y la Industria Hotelera Brasilera”, autoridades, consultores y empresarios internacionales y del país vecino dialogaron sobre los caminos para la recuperación del sector a partir de la crisis mundial y las tendencias de la hotelería en la actualidad.
Durante su disertación, el Lic. Lavallén resaltó el desarrollo alcanzado por el sector turístico como motor impulsor del sector de servicios, transformándose en una actividad masiva, generadora de empleos y divisas, con innegable incidencia en la economía de los distintos países.
Destacó que la integración regional es un anhelo histórico y una necesidad contemporánea para América Latina en general y Sudamérica en particular.
La actividad turística alcanza un grado de desarrollo importantísimo en toda la región y sus características la convierten en una herramienta ideal para el desarrollo sustentable de los países y regiones. Una parte muy significativa de las fortalezas y problemas son comunes, compartiendo más semejanzas que diferencias.
Manifestó que la integración de la región es un factor ineludible para lograr un protagonismo en el mundo, ya que la cercanía geográfica entre los países es un factor clave y decisivo para la constitución del turismo receptivo de la región.
El desarrollo local aparece como una nueva forma de mirar y de actuar desde lo local para alcanzar una inserción competitiva en el contexto global, demandando distintos tipos de políticas, entre las que se pueden destacar las políticas de promoción económica tendientes a estimular la actividad de las empresas; las de desarrollo urbano donde se destacan la mejora de la infraestructura, las comunicaciones y el transporte; las ambientales para proteger el medio ambiente, mejorando la competitividad de las empresas en este aspecto y las políticas sociales integradoras y de educación.
De esta manera, la industria turística cada vez más global y dinámica, demanda organizaciones hoteleras que desarrollen estrategias orientadas a atraer nuevos clientes y mantener satisfechos a los existentes. Así, el sector hotelero internacional está fuertemente orientado hacia el crecimiento y la integración.
La comunidad hotelera de la región enfrenta similares desafíos, con una agenda de trabajo en común y un mismo camino a transitar con éxito hacia el futuro, rescatando en el proceso el espacio que le corresponde en el mundo empresarial de cada país, procurando que a las empresas hoteleras se les reconozcan los derechos y las defensas que les corresponden.
Finalizó su intervención afirmando que la implementación y éxito de las diferentes políticas turísticas es responsabilidad tanto del sector público como privado, basada en una labor conjunta para el establecimiento de reglas claras y equitativas para el funcionamiento de la actividad. Sin lugar a dudas, el turismo debe ser considerado política de Estado, alineando convenientemente a todos los organismos y ámbitos gravitantes, con el objeto de liberar todo el potencial de cada país y de la región.
En el marco de este importante evento, promovido por la Asociación Brasilera de la Industria de Hoteles (ABIH), bajo la temática “La Coyuntura Internacional y la Industria Hotelera Brasilera”, autoridades, consultores y empresarios internacionales y del país vecino dialogaron sobre los caminos para la recuperación del sector a partir de la crisis mundial y las tendencias de la hotelería en la actualidad.
Durante su disertación, el Lic. Lavallén resaltó el desarrollo alcanzado por el sector turístico como motor impulsor del sector de servicios, transformándose en una actividad masiva, generadora de empleos y divisas, con innegable incidencia en la economía de los distintos países.
Destacó que la integración regional es un anhelo histórico y una necesidad contemporánea para América Latina en general y Sudamérica en particular.
La actividad turística alcanza un grado de desarrollo importantísimo en toda la región y sus características la convierten en una herramienta ideal para el desarrollo sustentable de los países y regiones. Una parte muy significativa de las fortalezas y problemas son comunes, compartiendo más semejanzas que diferencias.
Manifestó que la integración de la región es un factor ineludible para lograr un protagonismo en el mundo, ya que la cercanía geográfica entre los países es un factor clave y decisivo para la constitución del turismo receptivo de la región.
El desarrollo local aparece como una nueva forma de mirar y de actuar desde lo local para alcanzar una inserción competitiva en el contexto global, demandando distintos tipos de políticas, entre las que se pueden destacar las políticas de promoción económica tendientes a estimular la actividad de las empresas; las de desarrollo urbano donde se destacan la mejora de la infraestructura, las comunicaciones y el transporte; las ambientales para proteger el medio ambiente, mejorando la competitividad de las empresas en este aspecto y las políticas sociales integradoras y de educación.
De esta manera, la industria turística cada vez más global y dinámica, demanda organizaciones hoteleras que desarrollen estrategias orientadas a atraer nuevos clientes y mantener satisfechos a los existentes. Así, el sector hotelero internacional está fuertemente orientado hacia el crecimiento y la integración.
La comunidad hotelera de la región enfrenta similares desafíos, con una agenda de trabajo en común y un mismo camino a transitar con éxito hacia el futuro, rescatando en el proceso el espacio que le corresponde en el mundo empresarial de cada país, procurando que a las empresas hoteleras se les reconozcan los derechos y las defensas que les corresponden.
Finalizó su intervención afirmando que la implementación y éxito de las diferentes políticas turísticas es responsabilidad tanto del sector público como privado, basada en una labor conjunta para el establecimiento de reglas claras y equitativas para el funcionamiento de la actividad. Sin lugar a dudas, el turismo debe ser considerado política de Estado, alineando convenientemente a todos los organismos y ámbitos gravitantes, con el objeto de liberar todo el potencial de cada país y de la región.
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