Gerardo Grosso. En una ceremonia realizada en la sede de la Embajada de Francia, Cerrito 1399, el embajador Jean-Pierre Asvazadourian entregó al Ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi, la Legión de Honor, la más conocida e importante de las condecoraciones del país galo y que fue establecida por Napoleón I.
Al hacer entrega de la distinción, el diplomático expresó: “Tengo la satisfacción de rendirle este merecido homenaje al Ministro Lombardi, un fiel amigo de la cultura francesa. Con la Legión de Honor le expresamos nuestro reconocimiento a su incansable tarea cultural y a su gestión para favorecer el intercambio artístico con mi país. Quiero subrayar la política y gestión cultural del Ministro y su prolífica acción en toda la ciudad, mientras sentimos que Francia ha tenido un lugar privilegiado en la gestión cultural de Buenos Aires. París y Buenos Aires, Buenos Aires y París, son dos de las grandes capitales culturales del mundo y nos enorgullece esta fructífera y prolífica relación entre los dos países.”
Por su parte, Lombardi agradeció “a los mansos que ven en la cultura una forma de rebelión, a los que se vuelven feroces cuando luchan por la libertad” y citando a Albert Camus sostuvo: “Si el hombre fracasa en conciliar la justicia y la libertad, fracasa en todo.”
La orden se concede a hombres y mujeres, ya sean franceses o extranjeros, por méritos extraordinarios realizados dentro del ámbito civil o militar.
La efigie que adorna el anverso de la medalla ha ido cambiando con la historia. Hasta 1815 y entre 1848 y 1880 aparecía el perfil de Napoleón I pero, con la Restauración, se cambió por el de Enrique IV. Desde finales de siglo XIX es una figura femenina la que decora la medalla.
En la orden de la Legión de Honor se entra en el grado más bajo, el de Caballero, pudiendo progresar por méritos exhibidos. El cargo supremo es el de Gran Maestre, que corresponde al Presidente de la República Francesa, quien a su vez lo recibe de manos del Canciller. El Canciller es elegido entre los que poseen el título de Gran Cruz y es quien preside el Consejo de la Orden.
Para entrar en la Legión es necesario que un Ministro presente al candidato al Consejo de la Orden. Si el Consejo aprueba la propuesta ministerial, el candidato pasa a ser miembro, recibiendo una condecoración en el curso de una solemne ceremonia.
Las condecoraciones también cambian según el orden jerárquico, principalmente por su tamaño. La de los Caballeros y Oficiales tienen un diámetro de 37 milímetros, mientras que la de los Comandantes es de 60. Quien accede al título de Alto Oficial o de Gran Cruz, aparte de la condecoración, recibe una placa de 90 milímetros bañada en plata u oro.
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