Orlando Ferreres prevé una recesión moderada para el 2009
Así lo aseguró el reconocido economista durante el más reciente desayuno de actualización organizado por la Asociación Argentina de Logística Empresaria. Lo adjudicó al impacto de la crisis internacional y a la incertidumbre generada por el anuncio de la eliminación de las AFJP.
Buenos Aires, martes 18 de noviembre de 2008. Ciento cincuenta personas participaron del séptimo desayuno de actualización y capacitación de ARLOG del año, realizado en el Sheraton Hotel de esta ciudad. El eje del encuentro fue el contexto de negocios en un escenario incierto y las expectativas para el 2009. Sobre el tema en cuestión disertó Orlando Ferreres.
El economista sostuvo que la economía argentina creció 7,7 por ciento en setiembre respecto de igual mes del año pasado, un aumento importante pero que en términos del acumulado anual “denota síntomas de desaceleración”. En ese sentido, advirtió que, “entre enero y setiembre, el crecimiento acumula un 6,1 por ciento, mientras que en idéntico período del 2007, la expansión había sido de 8,5 por ciento”.
Atribuyó la desaceleración “a la crisis internacional que se agudizó en octubre”, pero también a la incertidumbre generada por la estatización de las AFJP, “que puso de manifiesto dudas acerca de la sustentabilidad fiscal” para el 2009, en un contexto de baja de precios de las commodities y recesión en las economías desarrolladas.
Al respecto, Ferreres indicó que, “en particular, la agricultura enfrentará menores precios y las cosechas en el 2009 caerán producto de la menor siembra de trigo del 23 por ciento y de maíz del 13,6 por ciento”. Asimismo, sostuvo que la actividad industrial creció sólo 0,2 por ciento en octubre respecto a igual mes de 2007, “por el impacto de la crisis internacional y la incertidumbre generada con la caída de los precios de las materias primas”.
El economista vaticinó un escenario de recesión moderada para el 2009. “Tiene un 65 por ciento de probabilidades”. En este contexto, pronosticó decrecimientos de la economía de 2,1 por ciento, del consumo de 0,8 por ciento y de la inversión de 4 por ciento. También previó una suba de la tasa de desempleo al 11,4 por ciento, un alza del salario real de apenas 1,1 por ciento, un índice de precios al consumidor de 22,6 por ciento, un tipo de cambio libre de 3,66 peses y un saldo comercial de 3379 millones de dólares.
De acuerdo con ese panorama, consideró que “habrá un ajuste de las tarifas de servicios públicos de 39,8 por ciento y se mantendrá el equilibrio fiscal, ya que los subsidios no aumentarán y la alícuota de retenciones será de 27,5 por ciento para la soja”.
Ferreres indicó que “el Gobierno realizará inversiones en obra pública, para evitar la recesión”. En ese sentido, sostuvo que están previstas inversiones en infraestructura de caminos, accesos a puertos, gasoductos, exploración petrolera en el mar para conseguir petróleo y viviendas, “pero en menor medida”.
Sin embargo, juzgó que en el sector privado “habrá desempleo y reducción de trabajos, pero no será como el 2001, donde trepó al 21 por ciento”. Al respecto, el economista advirtió que la combinación de prohibir los despidos y el pago de un doble aguinaldo que impulsa la Confederación General del Trabajo (CGT) “llevará a muchas empresas a la quiebra sobre todo a las chicas y medianas”.
Agregó, en ese sentido, que habrá un aumento salarial moderado el año próximo en un contexto de elecciones. Además sugirió a las empresas “no endeudarse y hacer reestructuraciones”. Con respecto a la inflación explicó que se estabilizaron las expectativas: “El relevamiento que realiza la Universidad Di Tella arroja un resultado de entre 30 y 33 por ciento para el próximo año”.
Como alternativa a este escenario de recesión moderada, Ferreres dejó abierta la puerta a que el impacto de la crisis económica mundial no sea tan fuerte. “Existe un 30 por ciento de posibilidades de que provoque un aterrizaje suave (soft landing)”, completó.
Así lo aseguró el reconocido economista durante el más reciente desayuno de actualización organizado por la Asociación Argentina de Logística Empresaria. Lo adjudicó al impacto de la crisis internacional y a la incertidumbre generada por el anuncio de la eliminación de las AFJP.
Buenos Aires, martes 18 de noviembre de 2008. Ciento cincuenta personas participaron del séptimo desayuno de actualización y capacitación de ARLOG del año, realizado en el Sheraton Hotel de esta ciudad. El eje del encuentro fue el contexto de negocios en un escenario incierto y las expectativas para el 2009. Sobre el tema en cuestión disertó Orlando Ferreres.
El economista sostuvo que la economía argentina creció 7,7 por ciento en setiembre respecto de igual mes del año pasado, un aumento importante pero que en términos del acumulado anual “denota síntomas de desaceleración”. En ese sentido, advirtió que, “entre enero y setiembre, el crecimiento acumula un 6,1 por ciento, mientras que en idéntico período del 2007, la expansión había sido de 8,5 por ciento”.
Atribuyó la desaceleración “a la crisis internacional que se agudizó en octubre”, pero también a la incertidumbre generada por la estatización de las AFJP, “que puso de manifiesto dudas acerca de la sustentabilidad fiscal” para el 2009, en un contexto de baja de precios de las commodities y recesión en las economías desarrolladas.
Al respecto, Ferreres indicó que, “en particular, la agricultura enfrentará menores precios y las cosechas en el 2009 caerán producto de la menor siembra de trigo del 23 por ciento y de maíz del 13,6 por ciento”. Asimismo, sostuvo que la actividad industrial creció sólo 0,2 por ciento en octubre respecto a igual mes de 2007, “por el impacto de la crisis internacional y la incertidumbre generada con la caída de los precios de las materias primas”.
El economista vaticinó un escenario de recesión moderada para el 2009. “Tiene un 65 por ciento de probabilidades”. En este contexto, pronosticó decrecimientos de la economía de 2,1 por ciento, del consumo de 0,8 por ciento y de la inversión de 4 por ciento. También previó una suba de la tasa de desempleo al 11,4 por ciento, un alza del salario real de apenas 1,1 por ciento, un índice de precios al consumidor de 22,6 por ciento, un tipo de cambio libre de 3,66 peses y un saldo comercial de 3379 millones de dólares.
De acuerdo con ese panorama, consideró que “habrá un ajuste de las tarifas de servicios públicos de 39,8 por ciento y se mantendrá el equilibrio fiscal, ya que los subsidios no aumentarán y la alícuota de retenciones será de 27,5 por ciento para la soja”.
Ferreres indicó que “el Gobierno realizará inversiones en obra pública, para evitar la recesión”. En ese sentido, sostuvo que están previstas inversiones en infraestructura de caminos, accesos a puertos, gasoductos, exploración petrolera en el mar para conseguir petróleo y viviendas, “pero en menor medida”.
Sin embargo, juzgó que en el sector privado “habrá desempleo y reducción de trabajos, pero no será como el 2001, donde trepó al 21 por ciento”. Al respecto, el economista advirtió que la combinación de prohibir los despidos y el pago de un doble aguinaldo que impulsa la Confederación General del Trabajo (CGT) “llevará a muchas empresas a la quiebra sobre todo a las chicas y medianas”.
Agregó, en ese sentido, que habrá un aumento salarial moderado el año próximo en un contexto de elecciones. Además sugirió a las empresas “no endeudarse y hacer reestructuraciones”. Con respecto a la inflación explicó que se estabilizaron las expectativas: “El relevamiento que realiza la Universidad Di Tella arroja un resultado de entre 30 y 33 por ciento para el próximo año”.
Como alternativa a este escenario de recesión moderada, Ferreres dejó abierta la puerta a que el impacto de la crisis económica mundial no sea tan fuerte. “Existe un 30 por ciento de posibilidades de que provoque un aterrizaje suave (soft landing)”, completó.
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