viernes, 18 de febrero de 2011

Se entrego a “El Bululú” el Premio Municipal de Cultura “José María Vilches”



Gerardo Grosso. “El Bululú” pieza de José María Vilches, versión de Osqui Guzmán y Leticia González Delelis y dirección de Mauricio Dayub, es la obra ganadora del Premio Municipal de Cultura “José María Vilches”, que este lunes a las 20 será entregado en los jardines de Villa Victoria.

Así lo dio a conocer el Jurado presidido por el Arq. Carlos Rodríguez, Secretario de Cultura e integrado por Mauricio Espil, Director de Coordinación de la Secretaría de Cultura, Sandra Othar, Directora de la Escuela Municipal de Arte Dramático, escenógrafa y docente, Claudia Diaz, Regente del Instituto Polimodal de Arte, coreógrafa y docente y Adriana Tursi, dramaturga, y Delegada Cultural de Argentores por la Provincia de Buenos Aires.

Asimismo el Jurado recomendó otorgar menciones a las obras “El vestidor”, de Ronald Harwood, con puesta en escena y dirección de Pedro Benítez; “Jesucristo” del director y dramaturgo Mariano Moro, interpretada por Mariano Mazzei; “Yo amo a mi maestra normal” de Juan Pablo Geretto y un reconocimiento especial a la obra “La suplente”, de Mariano Moro interpretada por María Rosa Frega.


Instituido por ordenanza municipal en el verano de 1984, y teniendo en cuenta las características de la ciudad en temporada estival que la convierten "en el centro de gran cantidad de expresiones teatrales (...) y que tal concentración de espectáculos posibilita la observación de diferentes propuestas artísticas caracterizadas por distintos criterios escénicos, autorales e interpretativos, tanto individuales como colectivos, el Premio Municipal de Cultura “José María Vilches” tiene como objeto “destacar aquellas obras que por sus valores éticos y estéticos, así como por su contribución a la prédica de la libertad, la dignidad humana y la paz, sirven, por su realización como estímulo, teniendo en cuenta el compromiso didáctico del artista con el público, la imaginación y el pensamiento creativo”.

Los Fundamentos de las menciones


El Jurado dio a conocer también los fundamentos por los que se otorgan menciones a las obras “El Vestidor, “Jesucristo” y “Yo amo a mi maestra normal”.

A “El vestidor”, de Ronald Harwood, con puesta en escena y dirección de Pedro Benítez, por llevar a escena una obra que contiene la problemática inherente al sentido de la práctica artística; por proponer respuestas a esa problemática vinculadas a la unión indisoluble entre el arte y la vida; por indagar acerca de la historia de personas y personajes en momentos de incertidumbre y situaciones límites; por la resolución de la problemática escénica con recursos dinámicos que ayudan al espectador a crear la ficción dentro de la ficción, mostrándonos la otra cara de la escena; por la labor interpretativa de Antonio Mónaco, Silvia de Urquía, Lalo Alías y Gabriela Benedetti y por considerarse que la profundidad de la dramaturgia ha sido cabalmente representada en escena.

A la obra “Jesucristo” del director y dramaturgo Mariano Moro, interpretada por Mariano Mazzei, por encarar el difícil desafío de tomar a Jesucristo como eje central de esta obra, destacando su lado humano y la prédica del amor; por lograr una obra iniciática con el aprendizaje propio de las cavilaciones de la fe; por presentar una obra intimista que desde su estética obliga al espectador a recorrer textos e imágenes conocidos por todos, provocando la reflexión; por una puesta en escena inteligente y respetuosa, que refleja las cualidades actorales de Mariano Mazzei que encarna un Jesucristo cercano, tangible, inteligente y humano.

A la obra “Yo amo a mi maestra normal” de Juan Pablo Geretto, por desarrollar una obra donde se reivindica el rol social de la mujer como formadora de las subjetividades y constructora de ciudadanía; por analizar el funcionamiento de la Educación Pública en nuestro país reconociendo que si bien es perfectible, es uno de los espacios fundamentales en la educación de los niños y jóvenes; por entender que el rol de la mujer, en tanto maestra, es central en la reorientación de los valores hegemónicos que sustentan una educación orientada a la formación de recursos humanos para el mercado laboral en pos de encontrar una escuela que eduque en valores como la solidaridad y el amor; por extender la reflexión de la problemática educativa a cuestiones históricas que subrayan las contradicciones que nos construyen y nos llevan a reflexionar sobre cada uno de nuestros roles en tanto educadores; porque Juan Pablo Geretto demuestra en su actuación unipersonal todas las virtudes de un actor capaz de sostener el interés del público, a la vez de proponer la reflexión y el debate a través del humor. Asimismo, cabe destacarse el trabajo de co-dirección de Ana Sans quien desde aspectos técnicos suma creatividad al igual que Andrea Fiorino.

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